jueves, 16 de febrero de 2012

SEMEN TUMECEN LAS PIERNAS


LA AVENTURA DE HACER PIS LAS MUJERES FUERA DE CASA.
Los hombres siempre preguntan ¿Por qué tardaste tanto en el baño o por qué siempre las mujeres van acompañadas al baño...?
El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de pequeña tu madre te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza.
Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público'
Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.
Cuando TIENES que ir a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy 'meando''.
Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'.
Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas.
Todos están ocupados.
Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo.
Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso...
Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los pantalones y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh.... por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las braguitas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kg colgando de tu cuello.
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un inodoro público!!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas... Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!!!
Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy...!
El rollo esta vacío...! (siempre) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio..... Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, mientras gritas CUPAAADOOOO!!!
Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho).
Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas.... el recuerdo de tu mamá, que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público,
porque francamente, 'tú no sabes qué enfermedades podrías agarrarte ahí'.
...estás exhausta, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la cadena tratando de tocarla lo menos posible, por si las enfermedades...
Entonces vas al lavabo.
Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón (si es que lo hay), te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede debajo del chorro...
El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos
en tus pantalones, porque no piensas gastar tu kleenex para eso y sales...
En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
'¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta él ya aburrido.
'Había mucha cola' te limitas a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad.
Me lo han enviado por correo, no se de quien es pero lo han clavaooooo.....

SEMEN AMORA EL ALMA










Estas fiestas el adviento, el carnaval, la cuaresma, etc. remodeladas por el cristianismo, ahora ya no sé quien será el próximo que las remodele, me gustan.

Me gustan porque desde sus orígenes hasta hoy, la fiesta ha estado ligada a lo “sagrado”. Porque ha sido la dimensión trascendente del hombre la que se ha expresado en ella.

Por medio de la fiesta el hombre se ubicó en el tiempo, lo midió, y midiéndolo creó tiempo. Así la fiesta aparece a través de la historia como un registro temporal, como un modo simbólico de medir el tiempo vivenciándolo. En las sociedades tradicionales el tiempo se creaba a partir de las fiestas. El tiempo festivo como tiempo extraordinario constituía los hitos entre los que se desarrollaba el tiempo habitual; la cotidianidad no se vivía solamente con fiestas, sino entre fiestas. Hoy principalmente se mide y se crea el tiempo con relojes, con cronómetros, con ordenadores, que pueden partir el tiempo hasta aislar centésimas y milésimas de segundo, o resolver ecuaciones en las que el tiempo se amplifica hasta unidades de años luz. Ahora el tiempo es una noción cuantitativa y abstracta.

Pero antaño, desde los orígenes de la historia hasta el siglo XIX, las nociones de tiempo fueron cualitativas y no abstractas, y siempre estuvieron estrechamente ligadas a la experiencia vital. La trayectoria de los astros en el cielo, los ciclos de la vegetación, las edades de la vida y el deseo de trascendencia, generaban el tiempo y hacían de él una vivienda. Se establecían así partes fundamentales como el día, el mes y el año, quedando en la indeterminación, las unidades de tiempo menores como la hora, el minuto y el segundo, o mayores, como la centuria o el milenio. Una celebración de ritos especiales marcaba el tránsito de una etapa a otra e instauraba las fiestas, fijadas en días determinados, que se repetían a lo largo de los meses y de los años. Era una manera de crear el tiempo, afincándose en él. Al repetirse, las fiestas hacían retornar cíclicamente el pasado, y retrotraían al tiempo de los dioses, del cual se hallaba recuerdo en el mito.

La fiesta como una pausa en los afanes y labores, para dirigir la mirada hacia lo alto; como una manera de medir el tiempo y, a la vez, como un trascender de lo cotidiano, como una donación, una ofrenda de bienes y pertenencias para entregarlos a los hombres y a la divinidad, y como una catarsis depuradora que llevaba al reencuentro del hombre con"dios", con los demás y consigo mismo, en el olvido de sí.

Celebremos gozosos las fiestas, una forma de ligarnos al discurrir de la tierra, de los otros, de sentirnos una parte con ella, con ellos.

Uysss que falta nos hace.