Es mi amiga, ya de varios años. Nos conocimos en unas clases de teatro en la que nos triplicaba la edad a casi todos. Podría ser mi madre , pero no lo parece porque tiene un espíritu joven e indómito y exprime la vida. Por eso me gusta estar con ella. Viste tan informal que yo misma no me atrevería hacerlo , le gustan las mallas, las botas rojas, los pañuelos de colores y los sombreros negros.
Su vida merecería ser narrada en una película a todo color.
Cuenta como estuvo en un convento siendo una adolescente , del que salió al de varios años con su habito puesto, diez mil pesetas y una guitarra. Lo primero que hizo al salir fue comprar ropa de civil y con su maleta y su guitarra volver haciendo auto-stop a casa de sus padres.
Luego pasó por una comuna, estudió magisterio, enfermería, psicología y se casó por amor con su compañero de carrera, trasladándose a vivir muy lejos de su casa.
Ahora sigue practicando danza libre , revoloteando su falda de seda al viento.
Nunca me ha confesado el secreto tan bien guardado de su enorme vitalidad. Quizá sea su pasión por la vida ,estar siempre en movimiento.
La próxima vez no me contendré y la someteré a un tercer grado...
Ya os contaré