jueves, 15 de marzo de 2007

EL BUSCADOR DE MIRADAS-PROMESA





Una vez conoci uno. No es fácil, no creas. Soy afortunada. La mayoria de los que encuentras son buscadores aficionados, siempre propasándose y sin llegar, sin entregarse en cuerpo y alma, como si en esa búsqueda no les fuera la vida y digo : la vida, emplean miradas fugaces, incluso no emplean miradas, fantasean con la mirada miradora y pierden objetivo fijándose en otras cosas ajenas a la mirada. En que cosas?
El que yo conocí era un buscador entrenado, le habia dedicado muchas horas a la tarea. Se empleaba con afán a la labor, empleaba la inteligencia , sabia distinguir la intensidad, la calidez, la desconfianza, la ternura y como habia dedicado tanto tiempo intuía en el movimiento de los párpados y en el matiz del brillo de la mirada la cantidad de desamor que acumulaba, el nivel de autoestima con la que contaba, la necesidad de amor correspondido que tenia , la soledad de sus fantasias y sobre todo lo que realmente movia su búsqueda era encontrar en la mirada la promesa, la promesa de pasión.
Buscaba la pasión, si , era eso lo que buscaba.
Las primeras palabras que me dijo fueron :
- Me sobran
Y era verdad, porque nuestro buscador de miradas-promesa tenia muchas. No habia escatimado recursos en su búsqueda. De ningún tipo. Nuestro buscador no es perezoso, se entrega con esa pasión que busca, viaja, recorre las costas desde el Mediterráneo hasta el Atlántico sin perderse el intermedio del Cantábrico, recorre igual los acantilados como pasea por las tierras antiguas de conquistadores y marineros, recios y aventureros, recorre metróplis cosmopolitas y glamorosas sumergiéndose en miradas tiernas, pícaras y urbanitas que le hacian desear semanas enteras.
Intuye la promesa y se acerca. Se acerca y te mira. Te mira y te conoce. Te conoce, y si eres afortunada te enamora. Te enamora y te seduce. Te seduce y eres capaz. Eres capaz y te sientes acompañada. Te acompaña en tu búsqueda. Mi busqueda? De que?
Te acompaña.
Solo si tienes suerte.
Yo conocí uno.
Y os he dicho que no es fácil.
Soy afortunada.
¿vosotros también buscais la pasión?

1 comentario:

  1. Ya imagino tu mirada atenta al ordenador, mirando de vez en cuando por encima de la pantalla de tu portatil a la olla expréss en la que se cuecen las acelgas, una mirada curiosa e inteligente que siempre guarda dentro de sí, escondido en su interior, el deseo de ese "más a todo" al que no puedes ni quieres renunciar. Más que una mirada atenta y curiosa es un fusil, un punto de mira, la visión de una observadora activa que se confunde con la misma acción que observa.
    Tus palabras son emociones sentidas, transformadas, emociones que observas, que imaginas, pero que las vives también, o que las has vivido o que las vas a vivir, jamás como alguien ajeno a aquello que cuentas, a aquello que escribes, porque si no es tuyo lo haces tuyo y si no lo has vivido lo vivirás, ya estás en ello, y si no es así es que no vale la pena y tampoco te vale la pena entretenerte a contarlo, ¿para qué perder el tiempo?
    Levantas la vista y observas tu cocina, la mesa en la que escribes, los fogones, la olla a presión, la puerta del lavadero, la que lleva al salón, los armarios..., y te imagino satisfecha de ti misma y feliz por la vida plena que vives en cada minuto, en cada segundo, y por la enorme posibilidad que tienes de vivirla dos veces, miles de veces, al plasmarla emocionada en el ordenador en ese cuantas tardes pensando que tanta ilusión nos hace a los chinos y a mí compartir.
    Esa es la mirada que quiero, la de la persona valiente que hace suyo lo que vive, que sangra sin echarse atrás, y que nos hace vivir también a los demás con sus vivencias y su ilusión por descubrirlo todo, invitándonos con esos emotivos escritos tan cargados de fuerza y energía a que tomemos la vida por la parte de la ilusión, por el lado de la pasión, del estremecimiento, como ella, y para que nos encontremos de frente con la vida y para que sepamos hacerle una llave de judo y vencerla.
    Si la vida es eso que vives y escribes, ¡que preciosa es! ¡qué preciosa eres...!

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