jueves, 31 de mayo de 2012

UNA REFLEXIÓN

¿Donde está mi intimidad? ¿donde está la tuya? ¿donde está la nuestra? Ayer por la tarde la busqué, hice un recuento de la que me queda y me asusté.Va desapareciendo poco a poco y lo peor de todo es que yo misma la estoy entregando voluntariamente no sé muy bien a cambio de qué. Estoy vendiendo mi privacidad a un precio demasiado barato.
Entro a diario a mi muro, hago un repasito de las novedades y actualizo mi estado de ánimo. Ahora además hasta cuelgo fotos. Será quizá para sentirme mas comprendida, pero es absolutamente irreal. Hace unos años, una de las ideas de libertad y de disfrutar de sentirte libre era la de “qué más da lo que piensen los demás de mi”. Ahora las redes sociales le han dado la vuelta a este pensamiento totalmente. Ahora si parece que importa.
Y no voy a echar por tierra las ventajas de comunicación que tienen las redes, para quedar con la cuadrilla, con el grupo de guitarra, con el de meditación, para compartir actos públicos, opiniones, canciones, o lo que te apetezca compartir, para lo cual, son un invento estupendo. Pero viendo algunos muros , creo que podemos caer en un uso pelín insano.
Además las redes sociales suponen una herramienta de control brutal. Todo queda registrado, independientemente de que borremos algunos datos. Todo el mundo lo sabe todo de nosotros, y por supuesto cómo pensamos, cómo sentimos, nuestras frustraciones, nuestras opiniones con respecto a casi todo…sinceramente me da miedo.
En fin, de todas maneras, no es más que un paso más hacia el asesinato del individuo como tal. Uno de tantos…

Y gracias a ese amigo tan querido del facebook que me facilitó esta reflexión, ...sssss que por poco se me va esto de las manos...que siempre nos queda el teléfono, el e-mail, el café y vete a saber cuantas cosas. Y las confidencias...al oído.

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