CRONICA DE UNA TARDE

Siempre inquieta ir al dentista, pero a veces vas esperando que te salven de que tu vida siga siendo un auténtico horror, como la mia, porque entre otras cosas me he puesto un aparato de hierro enrrollado en los dientes, que seguro que donde los fabrican hacen también fuselajes de avión.
Se me habian soltado no se qué de las bandas inferiores y cada vez que masticaba se me ponian dos hierros de pies en el fondo de la boca, con vida propia, que peleaban como dos espadas furibundas impidiendo el paso de los macarrones al esófago. Los he vencido. Me he comido todo el plato más dos filetes de lomo.
Después del arreglo y tragando saliva constantemente para comprobar que no habia oposición al paso, he ido a recoger unas gafas nuevas. Enormes. Las esquinas exteriores salen como disparadas encima de mis ojos. Rojas y negras. Me tendré que acostumbrar.
Es dificil escoger unas gafas...

Después de probarme cienes y cienes, después de escoger unas preciosas blancas y negras, modernisimas, y al dia siguiente llamar al dependiente a decirle que no las haga por favor! que me confundido , que con esas gafas no me veria nadie, solo existirian ellas, después de probarme otra vez las cienes y cienes, y de romper dos, elegí estas rojas y negras . Más cómodas si son.
Ah! y me he comprado una camiseta gris brillante con un escote de vértigo. Tendre que ir siempre derecha, sin agacharme. Me parece que tenia que haber elegido una talla más, un poco menos ceñida pero mas discreta. -Más discreta? . Ánimo valiente : Te la pones mañana y te vas a tomar una cerveza con los amigos. Por favor apunta los comentarios.

Y aqui estoy, haciendo una nueva pira al gimnasio, para librarme de los 400 abdominales con los que amenazó el último día la monitora rusa. Y comiendo Chopped Porck a rodajas recién cortadas, sin ninguna oposición. Esto es vida.