viernes, 8 de febrero de 2008

HOY HE ESCRITO A MI AMIGA


La conocí en un aeropuerto. Yo volvia de una conferencia sobre mis métodos de trabajo y su relación con la pirámide de Maslow que me habia gratificado mucho.Volvia de chupar energia violeta de un público contento y agradecido de escucharme , con ganas de no terminar el intercambio de ideas y de palabras que subia la temperatura creativa de la sala. Volvia llena de energia violeta .
Ella se sentó a mi lado en la sala de embarque y como hago siempre la observé detalle a detalle. Tenia un look-presentación muy evidente: monja de familia muy muy bien, de Madrid, que habia colgado los hábitos diez años atrás y que dedicaba sus horas a un trabajo por la sociedad ....de alto standing.
En el fondo me equivoqué poco.
Estuvo leyendo el suplemento de salud de un diario que a mi me habia pasado desapercibido y que me di cuenta de repente que lo necesitaba urgentemente para mi programa de radio del dia siguiente que tenía sin preparar.
Esperé pacientemente a que acabara y luego sacando una voz, entre dulce, decidida y que pareciese educada en colegio de pago (...Al que nunca fui. Mis padres no eran liberales , eran tacaños) le pedi por favor, si seria tan amable de pasármelo.
Me sorprendió su respuesta , su mirada, su dulzura. Increible. Le estuve profundamente agradecida.
Y mira por donde , en el avión se sentó a mi lado. Hubo un error. La secretaria nueva de la embajada (ocupaba un alto cargo diplomático) no habia sacado su billete en clase vip. Mira ahí tuve suerte. La pude conocer.
Ella iba a dar una conferencia sobre lo mismo que yo, pero esta vez en mi pais. En la universidad. Rapidamente entramos en nuestra pirámide de Maslow interior y la compartimos.
Nos separaba una década , nos unia le necesidad conocida.
Toca el piano. Es muy disciplinada en eso. Viaja mucho , de embajada en embajada, de pais en pais. Siempre sola. Esa soledad con apariencia de voluntaria. Mucho miedo detrás.
Hablamos de nuestras vidas, la suya con mucho más lustre y pianos de cola, con fiestas en las embajadas, de vestidos largos, brillos y champangne francés. La mia con mucho más trabajo, patria y terruño.
Las dos atrapadas en un matimonio triste , espectante, que acabó muerto de inanición hace ya algunos años. Sin asociaciones a las que acudir para establecer normativas de resolución de vidas de mujeres con ganas de vivir todavia sin canalizar.
Eso y la conferencia nos unió.
Parecía que nos conociesemos de siempre, incluso de antes de nacer, perteneciamos a unos arquetipos universales unidos por una necesidad, por la unica necesidad.
Ella un uno, evidente en la primera mirada, una mujer esclava de sus propias reglas interiores tan rigidas, yo un seis, enfrentando el miedo una y otra vez, cada segundo, cada acción ,cada pensamiento. Una carrera de fondo, no contra el miedo, que se podria vender, sino con el miedo, intentado ganarle un centimetro en cada uno de los segundos de mi vida.
Quedamos en vernos, en escribirnos, en contarnos nuestros proyectos y nuestros logros, si los hubiere, quedamos en quedar para ligar, para comprarnos medias...
Compartimos nuestras dudas sobre lo que no nos permitia soltar amarras del todo para volar para siempre sobre nuestra vida.
Ella fué mas concisa, clarividente y sincera :
- Yo .....sigo enamorada, veinte años después...... de un canalla.
Cuando me conteste, os seguiré contando.

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